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ESP
Con qué he de irme?
Nada dejaré en pos de mí sobre la tierra?
Cómo ha de actuar mi corazón?
Acaso en vano venimos a vivir, a brotar sobre la tierra?
Dejemos al menos flores
Dejemos al menos cantos
-Nezahualcóyotl-
La Arquitectura, así como nosotros mismos, debe aprender a mirarse como un ser que se transforma, se desgasta, con cicatrices y lunares, con arrugas, con el paso del tiempo visible, un envejecimiento digno de mostrar. Esta arquitectura, como estructura, como contenedor, como esqueleto que, como a nuestro cuerpo, le pasa el tiempo.
El Capriccio, término usado en la pintura significando una fantasía o una irrealidad espacial-arquitectónica, une a los edificios, ruinas arqueológicas, elementos arquitectónicos y monumentos en ficciones. Un Capriccio no busca representar la realidad, más bien busca proveer al espectador una imagen interesante basada en la realidad. Giovanni B. Piranesi, pintor italiano que aludía a los capriccios, decidió crear escenas, ruinas, esqueletos imaginarios. Estos elementos son, a menudo, un recurso conceptual que se puede ver como una manera de escapar de la realidad, o aún mejor, encargársela al imaginario utópico.
El Reconcilio, que después de buscar dentro del imaginario edificado, tratando así de perdurar intacto a través del tiempo, regresa a la realidad. Creemos que son las ruinas aquellos objetos que parecen buscar reconciliarse con las huellas temporales, las cicatrices evidentes, que parecen haber encontrado valor, no sólo en mantenerse presentes, sino en aquellas mutilaciones que como soldados presumen al ajeno.
El Tiempo, como un elemento constante e imparcial, da lugar a las ruinas pasadas a ser espacios donde este tiempo se vuelve estático, dónde podemos imaginarlas vivas en la memoria de sus escombros. Por otro lado, las ruinas modernas son contenedores de recuerdos traumáticos actuales, donde el pasado presente se desarrolla con la población en un día a día y el deterioro, eventualmente, llegará. Entonces ¿Por qué desechar nuestras nuevas ruinas? ¿Por qué no hacernos cargo de ellas? ¿Por qué no pensarlas valiosas? ¿Por qué no imaginar una nueva tipología de ruina, una capaz de volverse un símbolo y reflejo de una sociedad presente, una sociedad probable? ¿Por qué no pensar en una ruina capaz de volverse una herramienta de construcción y un lazo temporal entre la memoria de su pasado, la verdad de su presente y la construcción de su futuro?
DETONANTES
Ruina.
“Desde el momento en que se completan las construcciones (...) comienzan su andar por el camino de la ruina, así como los seres vivos avanzan hacia su muerte, de hecho, desde el momento en que un edificio se concibe en el pensamiento ya incluye su propio deterioro” Arata Isozaki.
Si pensamos en la ruina, nos remontamos en el pasado para ver construcciones que alguna vez tuvieron un uso diferente, fueron parte de una sociedad antigua que se deterioró hasta quedar en pie sus construcciones derruidas. Estas construcciones se vuelven ruinas con el tiempo, el abandono de la población, la invasión de la vegetación en cada rincón. La arquitectura necesita del paso del tiempo para su transformación, que eventualmente, la llevará a ser una ruina. Lo importante es entender a la ruina como un vestigio a quien le ha pasado el tiempo, pero ¿Qué pasa si estas construcciones jamás fungieron el para qué fueron creadas? ¿Qué pasa cuando la construcción es un abandono desde su concepción y la ruina es justificada por la crisis de su entorno?
Semántica
“... ahora se suele entender que una ruina es un edificio que ya no está en uso, pero la ruina no solo ocurre una vez que un edificio no tiene una función, sino que es un proceso continuo que se desarrolla a diferentes velocidades y en diferentes espacios mientras el edificio todavía está ocupado…” Jonathan Hill.
Las ruinas en las que pensamos, antiguas, no las podemos desmantelar tan fácilmente como una contemporánea. ¿Qué son las ruinas contemporáneas? Podemos considerarlas como construcciones que pudieron o no haber tenido un uso, una función real y haber o no sido habitado por la población de la ciudad en donde la contiene pero que, por una u otra razón, generalmente de crisis socioeconómica y/o política, queda abandonada y se deteriora con el tiempo. Del pasado al presente, el edificio se convierte en una ruina; lo que alguna vez tuvo cierto sustento se vuelve en un esqueleto sin cuerpo, sin mente, vacío. Lo que hace de las ruinas contemporáneas nuestro foco es que, aún abandonadas, siguen teniendo función. Esta función puede ser de habitabilidad, recreativa, visual como parte del paisaje urbano, pero el esqueleto sigue abandonado, una utilización que, con el paso del tiempo, se deteriora.
Estímulo.
“Las cosas se duplican en Tlön; propenden asimismo a borrarse ya perder los detalles cuando los olvida la gente. Es clásico el ejemplo de un umbral que perduró mientras lo visitaba un mendigo y que se perdió de vista a su muerte. A veces unos pájaros, un caballo han salvado las ruinas de un anfiteatro.”[1]
La ruina, al proclamarse como un objeto en deterioro, delata, no sólo los adjetivos de lo presente, sino también revela los valores de lo ausente; es el objeto entonces un estímulo constante entre la memoria y la imaginación; un objeto capaz de volverse una herramienta de reflexión. Siguiendo con su posible utilidad, se busca hacer de la ruina un espacio reflexivo, una obviedad de la actualidad, un esqueleto con un nuevo cuerpo al que se le da una oportunidad de provocar en la sociedad reflexión y de ahí, esperanza. La ruina como una oportunidad a través de los ojos de la arquitectura, busca la reutilización, la conservación, la sustentabilidad, la autosuficiencia, encontrando entonces un espacio para el pensamiento, la memoria, la reflexión, la recreación, la imaginación, el nuevo ideal para la sociedad actual.
ARGUMENTOS
Vacío.
“En vez de expandirse por los valiosos espacios verdes, las ciudades deberían utilizar suelo abandonado y edificios vacíos en desuso.” Richard Rogers
El vacío, que nos permite especular e imaginar tanto nuestro pasado como nuestro presente, nos da los argumentos para escribir el futuro. El presente, si nos remontamos a la ruina contemporánea, la vemos actualmente como el esqueleto necesario para su posible cambio. Pero ¿por qué modificar los vacíos que la ciudad contempla y que, a través de ellos, la torre misma contempla a su ciudad? La arquitectura que proyecta por medio del vacío logra retomar y jugar con esos vacíos para que los miradores naturales se rescaten y la mirada constante continúe.
Venezuela
"La sociedad está tan absorta por los problemas que nadie presta atención a la preservación (…) Las sociedades devastadas pueden superar los períodos oscuros, gracias a la conciencia del valor de su patrimonio. El patrimonio es la reserva moral que permite la reanudación del desarrollo". Melin Neva, arquitecta y miembro de la organización Paisaje Ciudad Ciudadanía
Venezuela, así como una ruina, se lee incompleta porque permite construirse a través de sus vacíos. Un vacío se define por lo no presente, lo inmaterial, lo no construido, pero para que exista el vacío tiene que haber un contexto.
En la mayoría de las ocasiones los restos vacíos son percibidos como una carencia, como lo que ya no está, los vacíos de una sociedad en decadencia, crítica, en donde cada vez hay más y más vacíos. Son, tal vez, aquellos “huecos” de una Torre en Caracas el reflejo de un vacío en la sociedad venezolana, en su cultura o su economía. Sin embargo, creemos que el vacío es una oportunidad para empezar de nuevo, una herramienta de construcción. La ruina contemporánea de los vacíos de la Torre podría representar el contexto actual de Venezuela y volverse un símbolo con nuevos valores, con la posibilidad de, a través del presente vacío, construir un futuro distinto a las sombras de su pasado.
Memoria.
La memoria es un elemento crucial para llenar los vacíos de una ciudad en crisis. La Torre de David, ubicada en Caracas, Venezuela, es uno de los edificios abandonados más sobresalientes de la ciudad, teniendo una historia de etapas fallidas y buscando una utilidad real, tangible y duradera.
La favela u okupa vertical más grande del mundo comenzó como un proyecto diseñado para ser la sede del Centro Financiero Confinanzas pero en 1994 su construcción fue abandonada tras morir el banquero y empresario David Brillembourg, conocido como el rey David y la razón de porqué la torre lleva ese nombre. El complejo está formado por 3 secciones: el Atrio Comercial con el Edificio B, el edificio de estacionamiento con el Edificio K y por último la Torre A de 190 metros de altura.
Fue en octubre del 2007 que se fue ocupando, convirtiéndose en un lugar seguro y de resguardo para casi dos mil personas que, después de la crisis de vivienda, se quedaron sin hogar. Es una de las okupas más grandes del mundo que durante 7 años logró tener vivienda, bodegas, librerías, talleres, canchas de pelota, una iglesia y más. Es en el 2014 cuando comenzó la Operación Zamora, un desalojo masivo de hasta 1200 personas que vivían ahí concluyendo en el 2015 y dejando esta torre nuevamente deshabitada, vacía.
A partir de este entendimiento de etapas concluidas, comprendemos aún mejor la necesidad de hacer de los vacíos un espacio vivo nuevamente, una mirada a una arquitectura como un ecosistema, como un cuerpo vivo.
Imaginario
“Es a través de la imaginación que vivimos el espacio, un espacio que en contraste con el vacío o el espacio abstracto está lleno de posibilidades.” Gaston Bachelard
El imaginario individual está directamente relacionado con el imaginario colectivo. ¿Qué sucede cuando vemos a una Torre vacía invadiendo la ciudad crítica? ¿Qué podemos llegar a imaginar como lo más utópico, lo más vivo, autosustentable, armonioso que pueda llenar esos vacíos sin ser una invasión típica de viviendas? – Un jardín
PROYECTO
HIPÓ (TESIS) – sobre la revaloración de la ruina contemporánea
Manifiesto: Acto de ver a la ruina contemporánea, así como a la arquitectura misma, como un ecosistema vivo que genera una simbiosis con el jardín, ecosistema vivo que se adelanta a la eventualidad de la unión entre la vegetación y la ruina. Promueven en conjunto un símbolo/memoria nacional que representa al ciudadano mismo, un acto que obliga a andar, servir y envejecer a la población con el raquis, el jardín y la polis en una ida y venida, como un sistema vivo.
1. Andar.
“Conozco este edificio desde mi infancia, crecí aquí, conozco cada piso, cada vista a la ciudad, pero desde que se convirtió en un jardín lo veo distinto. Siento que me pertenece, que le pertenece a la ciudad y a la torre. Cada piso tiene sus plantas, los olores, los colores, los sabores que el jardín ofrece me han dado la oportunidad de creer en un edificio verdaderamente vivo.”
Dejemos al menos flores
Dejemos al menos cantos
2. Servir.
“Yo veía la Torre como un parásito de la ciudad, nos estábamos convirtiendo en un lugar distópico. No entendía como había personas que vivían ahí, con unas cuantas cosas para sobrevivir. Ahora lo visito todos los días. Veo como la gente se alimenta de él, aprende de él, se vuelve uno mismo con los jardines en cada nivel. No sabía que era posible cambiar un elefante de concreto en un jardín vertical, un ser vivo que se vuelve parte del paisaje como uno mismo. Es como tener un árbol gigante en esta ciudad tan gris. Es un mirador consciente que permite volver la mirada a sí mismo y a su ecosistema de manera constante. La arquitectura se volvió el medio para la conservación de especies, de un cuidado entre los factores bióticos y abióticos que jamás creí fueran posibles. Ahora son mi día a día.”
Dejemos al menos cantos
3. Envejecer.
“El jardín se ha propagado, las ruinas contemporáneas se han convertido en jardines verticales. Todos comemos y vivimos del jardín; ahora todos sabemos un poco de botánica, cuidamos de las plantas, los que tenemos un poco de espacio en nuestras casas hemos empezado a plantar lo que más nos gusta de cada jardín. Todos, niños y viejos, diferentes clases sociales, todos se juntan en los jardines de la memoria, del alimento, del recuerdo, de la esperanza. Siento como voy envejeciendo con los jardines, pero a la vez, se renuevan, el interés crece, la gente se vuelve parte del jardín y los veo, como parte de un paisaje nuevo, incluso … utópico.”
Dejemos al menos flores
RAQUIS
La Torre de David es el raquis, es el contenedor vacío, el marco sin lienzo que queremos llenar, ¿con qué? Con plantas, con jardines, con una vegetación que, aunque el tiempo, eventualmente lo hará llegar, decidimos adelantarlo y crear un eje de cambio, hacerlo útil para la ciudad, la torre, la población, el paisaje, el pasado, presente y futuro.
El Jardín
“El lugar como un resultado de la naturaleza y el tiempo: este es el aspecto más importante. Pienso que mi arquitectura es una especie de marco de naturaleza. Con él, podemos experimentar la naturaleza de una forma más profunda e íntima” Kengo Kuma.
¿Qué es un árbol si no un jardín vertical? Los árboles son máquinas del tiempo que develan un crecimiento inequívoco dentro del medio que logran desarrollarse. En el jardín taoísta, como en otros jardines, el simbolismo del centro lo representa la montaña, de carácter yang, mientras el árbol personifica la estabilidad y el equilibrio entre las dos grandes fuerzas, ofreciendo al hombre que transita por este jardín una comunicación entre las fuerzas celestes yang que descienden a la Tierra y las fuerzas terrenales yin que ascienden hacia el Cielo. El hombre sería el elemento intermedio que establecería el equilibrio y la armonía entre las fuerzas yin y yang. Es así como la propuesta trata de un jardín vertical en donde se proyecta una arquitectura por medio de entes vivos: flora, fauna, paisaje. Una fusión entre los factores bióticos y abióticos, entre el concreto de lo abandonado y la vegetación viva, cambiante y en crecimiento constante.
Proponemos 3 tipos de jardines: Jardín endémico, jardín contemplativo, jardín comestible/medicinal
El primer jardín se contempla como un espacio de recuperación de vegetación venezolana endémica. En ella entran las especies de la lista roja de la flora venezolana la cual genera un cuidado mayor sobre ella y hace que las personas entiendan y aprendan a cuidar su entorno vegetal.
El segundo jardín, contemplativo, trata de generar cierta memoria y conciencia sobre el pasado de la sociedad en crisis de Caracas. Es un memorial hacia la crisis existente. Demuestra que no buscamos borrar el pasado para crear un futuro, si no utilizar lo existente, apropiárselo, entenderlo y de ahí comenzar de nuevo. Es un memorial con un toque de esperanza, de futuro.
Por último, el tercer jardín, uno comestible y otro medicinal, buscan darle algo a cambio al humano. Al ser este un punto intermedio que establece el equilibrio tiene que hacerse parte de lo que las plantas mismas son capaces de dar. De un lugar que fue una okupa humana, ahora busca ser un lugar de una okupa vegetal en donde los humanos son remunerados con la vegetación comestible, así como la medicinal a cambio de ser partes del nuevo paisaje, de la nueva manera de vivir.
La Utopía
“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.” Fernando Birri
Si queremos hacer una nueva sociedad, hay que empezar con la existente, la del presente, que ha sobrevivido el pasado y seguirá haciéndolo en el futuro. No podemos voltear la mirada y comenzar de nuevo con una sociedad que será parte de la utopía. Las utopías son creadas a partir de lo que se tiene, de las sociedades actuales, las utopías son inalcanzables, pero de lo que se trata es del proceso, del caminar hacia esa utopía. ¿Qué mejor que un jardín? Que está en constante cambio, que genera un paisaje nuevo, distinto cada vez, que da de sí una nueva manera de pensar, un lugar autosuficiente, una sociedad en voz de una flor, una planta, un árbol. [un jardín]
[1] Borges, Jorge Luis. 1944. "Tlön uqbar orbis tertius." In Ficciones, 7-15. Ediciones La Cueva
10° 30' 19, -66° 54' 4" , 2021.
Finalista
Premio Félix Candela, Raquis.
PROYECTO.
Roberto González como parte de :
CERO, Taller de Arquitectura +
Alan H. Hansen
TXT.
Vera Rosenblueth Mauriz.
Roberto González.
JPG.
00-01 Giovanni Battista Piranesi
02-04 CERO Taller de Arquitectura
00-05 Emilia Seidel
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